miércoles, 8 de junio de 2011

Conectados en cualquier lugar

Las redes sociales han llegado a España para quedarse. Facebook supera ya los trece millones de usuarios, es decir, aproximadamente uno de cada dos usuarios de internet. Tuenti ronda los diez millones de usuarios y LinkedIn suma en torno a dos millones de españoles registrados, más o menos los mismos que ya han abierto una cuenta en Twitter. Las hay generalistas y dirigidas a los aficionados a una actividad o los profesionales de una materia. Y también han brotado los portales de internet que incorporan funciones de tipo red social, para que los usuarios opinen y compartan entre sí la información. 

Si los últimos años se han centrado en sumar audiencia, ahora toca demostrar que el modelo de negocio es viable. Las redes sociales quieren su parte de la tarta de la publicidad online, que el año pasado movio en España casi 800 millones de euros. Sus cifras de audiencia y alto grado de conocimiento de sus usuarios son sus mejores cartas de presentación a los aununciantes.


Es innegable la oportunidad que estas herramientas online presentan para los negocios españoles: para incrementar la exposición de una marca, aumentar las ventas, diseñar la estrategia de producto en base a las opiniones de usuarios o abrir un nuevo canal de comunicación con el cliente. A pesar de ello, en la actualidad, solo el 7% de las empesas españolas tiene presencia activa en Facebook. Las redes quieren explotar la publicidad social. Pero tienen un arduo camino para convencer a los anunciantes de que se animen a probar las posibilidades de formatos que buscan la interacción con el internauta mediante encuestas, invitaciones a eventos o envío de muestras de productos.


Sólo una confianza ciega en las posibilidades de estos portales online podría explicar las valoraciones que se barajan para las distintas redes sociales, por ejemplo la de facebook es de 100.000 millones de dólares. No obstante, toda oportunidad conlleva un riesgo. En las redes sociales el principal peligro radica en la pérdida de credibilidad y confianza del cliente. Sólo las empresas que estén dispuestas a realizar un seguimiento continuo de estos canales y a afrontar las posibles críticas estarán preparadas para dar el paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario